La vasta cacería humana emprendida durante varios días en Canadá terminó el miércoles: el último sospechoso de los atentados que mataron a diez personas e hirieron a 18 el domingo en el centro de Canadá fue detenido y murió poco después.
Cientos de policías llevaban más de tres días siguiendo la pista de Myles Sanderson, sospechoso de ser el responsable, junto con su hermano Damien Sanderson, hallado muerto el lunes, de estos atentados cuyo móvil sigue sin explicarse.
Se trata de uno de los ataques más mortíferos de los últimos años en el país.
Poco después de su detención, Myles Sanderson entró en parada médica, dijo a la prensa la comisaria adjunta de la RCMP, Rhonda Blackmore, sin detallar la causa.
Fue declarado muerto en el hospital, añadió.
A última hora de la tarde, la policía había anunciado su detención en las redes sociales: Myles Sanderson ha sido localizado y puesto bajo custodia antes de agradecer al público que haya aportado información relevante para su captura.
Sin embargo, a las autoridades les preocupa que sigan sin conocerse los motivos de estos ataques en medio de Saskatchewan, una vasta zona rural de inmensas praderas.
Ahora que Myles está muerto, es posible que nunca podamos entender sus motivos, añadió Rhonda Blackmore, señalando que ya se han realizado más de 120 entrevistas con familiares y testigos, pero que no han arrojado ninguna luz sobre sus motivos.
El sospechoso, de 32 años, que iba armado con un cuchillo, fue localizado tras robar un coche en una zona situada a unos 100 kilómetros del lugar del crimen.