Al menos diez presuntos delincuentes han muerto en dos enfrentamientos distintos en el sureño estado mexicano de Chiapas, uno de ellos con la guardia nacional, anunció el miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador.
"Hubo cinco (muertos) directamente entre bandas y otros cinco con la guardia nacional durante un enfrentamiento", dijo el dirigente, rechazando la versión dada el martes por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, según la cual un tiroteo entre hombres armados y miembros de la guardia nacional había dejado 25 muertos, entre ellos civiles.
Según la ONG, una de las más influyentes de Chiapas, el enfrentamiento también dejó varios heridos.
Los hechos se desencadenaron el fin de semana en La Concordia, después de que hombres armados entraran en el rancho de una banda rival, desencadenando un tiroteo que dejó cinco muertos, según el presidente López Obrador.
Al día siguiente, "hubo un enfrentamiento con la guardia nacional" que dejó otros cinco muertos, añadió, señalando que se había detenido a 13 personas, entre ellas ciudadanos de la vecina Guatemala, y se habían incautado armas de gran calibre.
La violencia se ha intensificado en Chiapas debido a la rivalidad entre los cárteles de Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, las dos mayores bandas delictivas del país.
Según el centro de análisis Insight Crime, el conflicto se centra en el control de poblaciones cercanas a la frontera con Guatemala, esenciales para el tráfico de drogas, armas y migrantes en ruta hacia Estados Unidos.
Desde diciembre de 2006, cuando el gobierno federal lanzó una polémica ofensiva militar contra el narcotráfico, más de 450.000 personas han muerto en México, la mayoría víctimas de actos delictivos, según cifras oficiales.