La película de terror Winnie-the-Pooh: Blood and Honey no se estrenará en Hong Kong y Macao, según anunció el martes la distribuidora, días antes de su estreno previsto.
Esta retirada ilustra la creciente autocensura en Hong Kong bajo la presión de Pekín, también en el ámbito artístico y cultural.
El presidente chino, Xi Jinping, ha sido caricaturizado como Winnie the Pooh, el gallardo personaje de cuento infantil ideado originalmente por el británico Alan Alexander Milne, desde una reunión en 2013 con el entonces esbelto presidente estadounidense, Barack Obama.
Lejos de las producciones de Disney y del estudio soviético Soyuzmultfilm que hicieron popular al personaje a ambos lados del Telón de Acero, la versión de Blood and Honey es una sangrienta adaptación de Rhys Frake-Waterfield estrenada en febrero en Estados Unidos.
Inicialmente destinada a un estreno en salas muy modesto, esta de bajo presupuesto, realizada con la ayuda de derechos de dominio público, se ha convertido en un fenómeno con un estreno mundial.
La distribuidora VII Pillars Entertainment expresó su "profundo pesar" por la cancelación en Hong Kong, sin especificar la causa, en un post en Facebook el martes.
El gobierno de Hong Kong declaró que había expedido un permiso de emisión para Blood and Honey, lo que sugiere que la película no había sido censurada.
Pero el organizador de un preestreno previsto para el lunes canceló el evento, alegando razones técnicas no especificadas.
Winnie the Pooh se ha convertido en los últimos años en un símbolo de la oposición al presidente chino.
En respuesta, China ha seguido expurgando internet incluso dentro de sus fronteras, y en 2018 rechazó el estreno de la película de Disney Christopher Robin en la que aparecía el personaje.