El Papa Francisco celebra el funeral de su predecesor Benedicto XVI

El Papa Francisco celebra el funeral de su predecesor Benedicto XVI
El Papa Francisco rindió el jueves un último homenaje a su predecesor Benedicto XVI, fallecido el sábado a los 95 años, en el funeral del ex pontífice alemán en el solemne marco de la Plaza de San Pedro.
 
Benedicto (...) ¡que vuestra alegría sea perfecta cuando oigáis la voz (de Dios, nota de la redacción), definitivamente y para siempre!", dijo el Papa durante su homilía desde el altar que domina la inmensa explanada frente a la basílica. 
 
Rodeado de cinco cardenales, Francisco, que llegó en silla de ruedas, se enfrentó al sencillo ataúd de madera que contenía los restos de Joseph Ratzinger, sobre el que se colocó una copia de los Evangelios. La ceremonia, salpicada de oraciones y cantos, comenzó a las 9.30 y se esperaba que durase unas dos horas.
 
La misa, en latín y en varias lenguas, fue concelebrada por más de 4.000 cardenales, obispos y sacerdotes, pero su carácter excepcional radica en la presencia de un Papa en el funeral de su predecesor, una primicia en la historia reciente de la Iglesia.
 
Entre los numerosos Jefes de Estado y de Gobierno presentes en la asamblea se encontraba el Canciller alemán Olaf Scholz, lo que requirió un gran dispositivo de seguridad.
 
Antes de la ceremonia, los fieles, entre ellos muchos sacerdotes y monjas, hicieron cola pacientemente para atravesar las puertas de seguridad y entrar en la plaza rodeada por la columnata de Bernini. Algunos venían con banderas alemanas y bávaras, pero también argentinas. Algunos fieles alemanes levantaron una gran pancarta que decía "¡Gracias Benedicto!".
 
Desde el lunes hasta el miércoles, cerca de 200.000 fieles habían acudido ya a la basílica de San Pedro para rendir homenaje a los restos mortales del teólogo alemán, fallecido el sábado a los 95 años y cuya renuncia en 2013 había sorprendido al mundo entero.
 
Benedicto XVI, nacido Joseph Ratzinger, iba a ser enterrado en privado en la cripta de la basílica donde fue enterrado Juan Pablo II hasta su beatificación en 2011, cuando su féretro fue trasladado.
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