El Rey Carlos III quiere una coronación desenfadada la próxima primavera para reflejar su nueva monarquía y podría elegir hacerlo en el 70 aniversario de la coronación de su madre, informa esta mañana el Daily Mail.
Se dice que el nuevo monarca, que ha pasado los últimos 12 días dirigiendo la nación mientras guardaba luto por la muerte de su madre, la reina Isabel II, está pensando en celebrar su ceremonia de coronación el 2 de junio del año que viene.
La "Operación Orbe Dorado", que es el nombre que se le ha dado a la planificación de la coronación de Carlos, ya está en marcha y se espera que el nuevo rey la vea como una oportunidad para poner su sello en la monarquía y que su personalidad se vea reflejada en ella.
Las fuentes revelaron que se espera que la ceremonia sea "más corta, más pequeña y más barata" que la de su madre, que tuvo lugar en 1953.
Sería una oportunidad para que el Rey mostrara a la opinión pública su visión de una "monarquía magra", teniendo en cuenta la actual crisis del coste de la vida.
Aunque se espera que los aspectos tradicionales de la ceremonia no cambien, se cree que el Rey intentará celebrar y "proteger la diversidad" del Reino Unido invitando a miembros de diferentes religiones, como cristianos, musulmanes, judíos, hindúes y budistas, a formar parte de la congregación.
Sin embargo, no se espera que se anuncie ningún plan en los próximos días. El Rey y su familia volaron a Balmoral para un período de luto privado tras la muerte de la Reina Isabel II el 8 de septiembre.
Desde su muerte, Carlos ha asistido a muchos actos reales en su papel de nuevo Rey, visitando las cuatro naciones del Reino Unido, recibiendo a los líderes mundiales en el Palacio de Buckingham y dirigiendo a su familia en los funerales.