Ante el aumento de la inflación, han surgido máquinas expendedoras de pan gratis para los pobres en Dubai, un rico emirato del Golfo donde se codean millonarios, personas influyentes y trabajadores inmigrantes pobres.
La ciudad, que importa casi todos sus alimentos, no es inmune a la subida de precios, una tendencia mundial agravada por la guerra en Ucrania.
De pie frente a una de las diez máquinas expendedoras instaladas en los supermercados esta semana, Bigandar mira atentamente la pantalla táctil donde puede elegir entre pan árabe, pan de molde o chapatis (tortitas indias).
El lector de tarjetas de crédito no se utiliza para pagar, sino para hacer donaciones.
Un amigo me dijo que había pan gratis, así que vine", dijo el joven nepalí a la AFP, declinando dar su nombre completo.
Como millones de inmigrantes asiáticos, vino a probar suerte en la ciudad del exceso, situada en los Emiratos Árabes Unidos.
Según el Centro de Estadística de Dubai, el índice de precios de los alimentos subió un 8,75% en julio en términos anuales, mientras que el coste del transporte se disparó más de un 38%.
La iniciativa de las máquinas expendedoras de pan fue iniciada por la fundación del gobernante de Dubai, Mohammed bin Rashid al-Maktoum.
La idea es llegar a las familias y a los trabajadores desfavorecidos antes de que acudan a nosotros", declaró a la AFP el director Zeïnab Joumaa al-Tamimi.
Cualquiera que lo necesite puede ahora obtener un paquete de cuatro panecillos recalentados en menos de dos minutos, simplemente "pulsando un botón", dijo.
Los Emiratos Árabes Unidos, un rico Estado petrolero, tienen una población de casi 10 millones de habitantes, de los que cerca del 90% son extranjeros, expatriados de clase media y, sobre todo, trabajadores pobres de Asia y África.
- Ayuda sólo para emiratíes -
Menos rica en hidrocarburos que la capital, Abu Dhabi, depende de este ejército de trabajadores para construir rascacielos o para apoyar el sector de los servicios, desde el inmobiliario hasta el turismo de lujo, que han hecho su reputación.
Empleado como lavador de coches durante tres años, Bigandar dice que le pagan tres dirhams (0,84 céntimos de euro) por vehículo, y depende de las propinas de los clientes para generar entre 700 y 1.000 dirhams al mes (entre 195 y 280 euros).
"Mi empleador cubre el alojamiento y el transporte, pero no la comida", dice.
Como muestra de las crecientes dificultades de la mano de obra extranjera, en mayo se celebró una huelga poco frecuente de repartidores que exigían mejores salarios ante el aumento de los precios de la gasolina.
En julio, las autoridades anunciaron la duplicación de las ayudas sociales, pero sólo para el puñado de familias emiratíes con ingresos inferiores a 25.000 dirhams al mes (unos 7.000 euros), consideradas como hogares desfavorecidos. Esta ayuda no incluye a los extranjeros.
"Vivimos una situación económica especial, debido a la inflación y a la subida de los tipos de interés", dijo a la AFP Fadi Alrasheed, un ejecutivo jordano que vive en Dubai desde hace 20 años.
Hay muchas personas con sueldos bajos que, con el aumento del coste de la vida, ya no pueden cubrir todas sus necesidades", dijo, celebrando la iniciativa del pan gratuito.
Según el último informe de la ONU sobre las migraciones en el mundo, los Emiratos Árabes Unidos acogen a unos 8,72 millones de inmigrantes, principalmente de India, Bangladesh y Pakistán.
Hentley and Partners contabilizó más de 68.000 millonarios y unos 13 multimillonarios en Dubái, clasificada como la 23ª ciudad más rica del mundo.