Japón entre el luto y la protesta durante el funeral nacional de Shinzo Abe

Japón entre el luto y la protesta durante el funeral nacional de Shinzo Abe
Este martes, 27 de septiembre, se celebra el funeral nacional del ex primer ministro japonés Shinzo Abe, que fue asesinado en medio de un mitin político el pasado mes de julio.
 
Miles de japoneses presentaron sus últimos respetos a su asesinado ex primer ministro Shinzo Abe el martes por la mañana. Sin embargo, el funeral de Estado previsto para ese día en Tokio es muy controvertido en el país.
 
Muchos ciudadanos de a pie se alinearon para depositar coronas de flores y presentar sus respetos brevemente frente a un retrato de Abe instalado en una carpa cerca del Nippon Budokan, un importante lugar para competiciones de artes marciales, conciertos y ceremonias oficiales en el corazón de la capital japonesa, donde el funeral de Estado debía comenzar alrededor de las 14:00horas locales.
 
"Quería darle las gracias (a Abe, nota del editor). Hizo tanto por Japón (...) y la forma en que murió fue tan impactante", dijo Koji Takamori, un empresario de 46 años que vino desde la isla norteña japonesa de Hokkaido con su hijo de 9 años.
 
Pero para ser sincero, también he venido porque había mucha oposición" al funeral de Estado, añadió. El acto está lejos de ser un momento de sagrada unidad en Japón, ya que ha suscitado intensas polémicas y manifestaciones en las últimas semanas.
 
Abe batió el récord de duración de un primer ministro en funciones en Japón (más de ocho años y medio en 2006-2007 y 2012-2020). Era la figura política más conocida de Japón tanto en su país como en el extranjero, con su intensa actividad diplomática y su política de estímulos fiscales y monetarios masivos apodada "Abenomics".
 
Su asesinato a tiros en medio de un mitin electoral el 8 de julio a la edad de 67 años conmocionó a Japón y al mundo. Pero Abe también era odiado por muchos por sus opiniones ultraliberales y nacionalistas, su voluntad de revisar la Constitución pacifista de Japón y su proximidad a numerosos escándalos políticos y financieros.
 
El motivo de su presunto asesino -los supuestos vínculos de Abe con la Iglesia de la Unificación, apodada "culto a la Luna", a la que se acusa de ejercer una fuerte presión financiera sobre sus miembros- ha empañado aún más la imagen del ex primer ministro a ojos de sus detractores.
 
Desde su muerte, se han sucedido las revelaciones sobre el alcance de los vínculos entre esta iglesia y los parlamentarios japoneses, especialmente del Partido Liberal Democrático (PLD, gobierno de derechas), que en su día dirigió Abe y que ahora lidera el actual primer ministro, Fumio Kishida, cuyo índice de popularidad ha caído en picado desde este verano.
 
La decisión rápida y unilateral del Sr. Kishida de celebrar un funeral de Estado ha indignado a la oposición, que considera que debería haberse debatido y aprobado en el Parlamento. Varios partidos de la oposición boicotearán la ceremonia.
 
Este tipo de homenajes a políticos han sido poco frecuentes en el Japón de la posguerra, y el único precedente se remonta a 1967. El coste estimado de la ceremonia -el equivalente a 12 millones de euros- también irritó. Tras los fracasos de la escolta de Abe, el gobierno no escatimó en seguridad: se iban a desplegar 20.000 policías, según los medios locales. Según los últimos sondeos, cerca del 60% de los japoneses se oponen al funeral de Estado.
 
Se espera que unas 4.300 personas, entre ellas 700 dignatarios extranjeros, asistan a la ceremonia aconfesional de una hora y media de duración. Se dispararán 19 cañonazos cuando la urna con las cenizas de Abe llegue al Budokan.
 
Tras el himno nacional y un minuto de silencio, se pronunciarán varios panegíricos, entre ellos el de Kishida y el de Yoshihide Suga, antigua mano derecha de Abe que le sucedió como primer ministro (2020-2021).
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