Kiev fue blanco de "ataques de drones kamikazes" en la madrugada del lunes, según declaró el jefe de gabinete del presidente ucraniano, tras una serie de explosiones que sacudieron el distrito de Shevchenkiv, en el centro de la capital. "Los rusos creen que eso les ayudará, pero demuestra su desesperación", dijo Andriy Iermak. Se escucharon tres explosiones sucesivamente alrededor de las 06:35, 06:45 y 06:58. Las sirenas antiaéreas habían sonado poco antes de la primera explosión.
El lunes 10 de octubre, bombardeos rusos de una magnitud que no se veía desde hacía meses golpearon Kiev y otras ciudades ucranianas, matando al menos a 19 personas e hiriendo a otras 105, y provocando una protesta internacional.
El martes, Rusia, que ha sufrido numerosos reveses militares en los últimos tiempos, continuó con sus disparos a menor escala, golpeando instalaciones energéticas en el oeste de Ucrania, lejos de la línea del frente. Los disparos fueron una represalia por la explosión que destruyó parcialmente el estratégicamente importante puente ruso de Crimea.
El viernes, el presidente ruso, Vladimir Putin, expresó su satisfacción por los ataques masivos y dijo que "por ahora" no eran necesarios más bombardeos a gran escala sobre ciudades ucranianas.