Nunca antes el mundo había experimentado tal crecimiento demográfico. Según la estimación oficial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la población mundial superó el martes 15 de noviembre la barrera de los 8.000 millones de habitantes, frente a los 2.500 millones de 1950 y los menos de 1.000 millones de 1800. Sólo tardó 12 años en pasar de 7.000 a 8.000 millones. Pero, como muestra de su desaceleración demográfica, tardará unos quince años en alcanzar los 9.000 millones en 2037. La ONU prevé un "pico" de 10.400 millones en la década de 2080 y un estancamiento hasta finales de siglo.
Este "crecimiento sin precedentes" es el resultado de "un aumento gradual de la esperanza de vida debido a los avances en salud pública, nutrición, higiene personal y medicina". Y la ONU lo considera "un hito importante en el desarrollo humano" y un recordatorio, en medio de la COP27, de "nuestra responsabilidad compartida de cuidar nuestro planeta". Pero el crecimiento de la población también plantea formidables desafíos a los países más pobres, donde se concentra en mayor medida.
La marca de los 8.000 millones se ha superado en plena conferencia mundial sobre el clima, la COP27, en Sharm el-Sheikh, lo que pone de manifiesto una vez más la dificultad de los países ricos, que son los más responsables del calentamiento global, y de los países pobres, que piden ayuda para afrontarlo, para ponerse de acuerdo en una reducción más ambiciosa de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de las actividades humanas. La ONU afirma que "aunque el crecimiento de la población amplifica el impacto medioambiental del desarrollo económico", "los países con mayor consumo per cápita de recursos materiales y emisiones de gases de efecto invernadero suelen ser los de mayor renta per cápita, no los que tienen un rápido crecimiento de la población". "Nuestro impacto en el planeta viene determinado mucho más por nuestro comportamiento que por nuestras cifras", resumió para la Agence France-Presse (AFP) Jennifer Sciubba, investigadora residente en el think tank Wilson Center.
Y es en los países en los que la pobreza ya es elevada donde el crecimiento de la población plantea grandes retos. "La persistencia de los altos niveles de fecundidad, que están en la base del rápido crecimiento de la población, es a la vez un síntoma y una causa del lento progreso del desarrollo", escribe la ONU. Por ejemplo, la India, un país de 1.400 millones de habitantes que se convertirá en el más poblado del mundo en 2023, superando a China, experimentará una explosión demográfica urbana en las próximas décadas, con megaciudades ya superpobladas y carentes de infraestructuras esenciales. En Bombay, cerca del 40% de la población vive en barrios marginales, zonas superpobladas de miseria formadas por chabolas improvisadas, la mayoría sin agua corriente, electricidad ni saneamiento.
Las cifras globales ocultan una inmensa diversidad demográfica. Por ejemplo , más de la mitad del crecimiento demográfico de aquí a 2050 procederá de sólo ocho países, según la ONU: República Democrática del Congo (RDC), Egipto, Etiopía, India, Nigeria, Pakistán, Filipinas y Tanzania. Y para finales de siglo, las tresciudades más pobladas del mundo serán africanas: Lagos (Nigeria), Kinshasa (RDC) y Dar es Salaam (Tanzania).