Escapando del peso de un nombre y un destino... Estrella ascendente de la política mexicana, Luis Donaldo Colosio Junior, de 38 años, hace campaña con el recuerdo de la traumática muerte de su padre, candidato presidencial asesinado hace 30 años. Con su rostro fino y juvenil, el alcalde de Monterrey (norte), tercera ciudad del país, sólo quiere hablar de su programa para ocupar un escaño en el Senado Federal, un paso más hacia el destino nacional que no descarta.
Pero el sábado se cumplen 30 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio en un mitin en Tijuana (norte de México). Fue un electroshock que desencadenó profundos cambios en México. A sus 44 años, Luis Donaldo Colosio Murrieta era el favorito para las elecciones presidenciales de 1994, tras haber sido nominado por el todopoderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el poder ininterrumpidamente desde los años treinta. Diecisiete días antes de ser asesinado, el joven y carismático candidato, luciendo bigote y una sonrisa desarmante, pronunció en Ciudad de México un discurso que se consideró una diatriba contra el viejo partido-Estado y sus dirigentes corruptos.
Veo un México hambriento y sediento de justicia" con "hombres y mujeres afligidos por el abuso de las autoridades o por la prepotencia de las instancias gubernamentales". Un sospechoso, Mario Aburto Martínez, fue detenido el mismo día de la muerte de Luis Donaldo Colosio. Fue condenado a 45 años de prisión, que sigue cumpliendo en la actualidad. Y Aburto repite que confesó bajo tortura. Como en el asesinato de John F. Kennedy, quedan zonas grises que alimentan las teorías más disparatadas: ¿hubo otro tirador? ¿Fue Colosio asesinado por dos balas de distinto calibre?
Treinta años después, su hijo, Luis Donaldo Colosio Riojas, es una figura destacada del Movimiento Ciudadano, partido de oposición surgido en los años noventa durante el declive del PRI. A finales de enero, el joven electo, abogado de formación, pidió la amnistía de Mario Aburto, para que su familia y México pudieran "sanar" ("sanar", verbo que también significa curarse, sanar las heridas). Esta petición fue rechazada por el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, ex miembro del PRI como todos los de su generación, en nombre de un "asunto de Estado ».
Realmente necesitamos iniciar un proceso de reconciliación", repitió Colosio Junior a los periodistas en rueda de prensa. "Yo perdono a esta persona, que Dios lo bendiga, que salga libre y que salga de México", insistió. "Hagamos que México pase la página de una parte muy oscura de su historia". Aún queda trabajo por hacer.