Aunque no hubo heridos, sí se produjeron numerosos daños: cortes de electricidad, postes y árboles derribados, etc. El tejado de una casa llegó a derrumbarse por el peso del hielo.
Empezó a llover muy fuerte. Como pueden ver, todo está destruido. Mi hija dijo: '¡Salvémonos! Todo empezó a derrumbarse y corrimos a casa de mi primo para refugiarnos", explicó un residente. Algunos residentes también se quejaron de sentir frío.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), este fenómeno se debe a un canal de baja presión, con inestabilidad en los niveles altos de la atmósfera y la entrada de humedad del Océano Pacífico y el Golfo de México. Las lluvias están siendo monitoreadas por las autoridades gubernamentales y de protección civil.
Por el contrario, Ciudad de México registró el sábado una temperatura máxima récord de 34,7°C. En la región de Tabasco, decenas de monos deshidratados estarían cayendo de los árboles. No menos de 48 personas han muerto en tres meses como consecuencia de esta ola de calor, que los científicos creen que podría intensificarse.