El famoso balneario de Acapulco, en el suroeste de México, quedó parcialmente devastado el miércoles y sus residentes y turistas aislados del resto del país tras el paso de un potente huracán el martes por la noche, según las primeras imágenes transmitidas por los medios de comunicación mexicanos.
Hoteles y centros comerciales se vieron fuertemente afectados, según las primeras imágenes difundidas en directo por un canal del grupo Televisa.
"Los daños materiales son devastadores. No tenemos agua, no tenemos luz, pero estamos sanos y salvos", dijo a Televisa Citlali Portillo, administradora de una residencia turística.
El huracán, de fuerza 5, tocó tierra el miércoles poco después de medianoche hora local (08:00 hora belga) con vientos de 250 km/h. Se había formado muy rápidamente en el espacio de unas horas frente a la costa del Pacífico mexicano.
La Sra. Portillo declaró que había seguido todos los protocolos de seguridad "pero el huracán superó todas las medidas ».
El huracán ha afectado especialmente a los turistas, que no pueden ponerse en contacto con sus familiares fuera de Acapulco debido a la interrupción de las comunicaciones telefónicas y por Internet.
Las imágenes muestran edificios destruidos y hoteles reducidos a sus simples estructuras de cemento. A última hora de la tarde, pocas personas circulaban por la céntrica avenida Miguel-Alemán de Acapulco.
Tras salir de la Ciudad de México a mediodía, el presidente Andrés Manuel López Obrador aún no ha podido llegar a Acapulco por tierra.
La autopista está obstruida por el barro, el agua y los árboles arrancados, según observó un equipo de la AFP que se cruzó con el convoy presidencial.
El Presidente repitió a la AFP que por el momento no tenía información sobre posibles víctimas.