México endureció el viernes su política migratoria, tras la expiración de la medida estadounidense "Título 42", que facilitaba a los guardias fronterizos estadounidenses la devolución de los migrantes.
La medida ha sido sustituida por otras restricciones al asilo.
México endureció el viernes su política migratoria, tras la expiración de la medida estadounidense "Título 42", que facilitaba a los guardias fronterizos estadounidenses la expulsión de migrantes. Esta medida ha sido sustituida por otras restricciones en materia de asilo. Sin embargo, México teme un efecto de goteo que deje a muchos migrantes varados en su territorio.
El gobierno mexicano decidió el viernes poner fin, con efecto inmediato, a la expedición de documentos de tránsito que permiten la libre circulación en el país durante 30 días, que muchos migrantes utilizaban para viajar a Estados Unidos. No está claro si se trata de una medida temporal o permanente.
Además, el gobierno también ha decidido extraditar más rápidamente a los migrantes indocumentados a su país de origen en el futuro. Según las autoridades, no hay suficientes centros de acogida. Esta misma semana se han cerrado temporalmente 33 centros de acogida de los servicios de inmigración del INM, después de que en marzo murieran 40 personas en un incendio en uno de ellos.
Según el ministro mexicano de Asuntos Exteriores, Marcelo Ebrard, unos 26.500 migrantes se encontraban el viernes en la zona fronteriza del norte de México. Los medios de comunicación estadounidenses hablaban de 150.000 personas. En el sureño estado mexicano de Chiapas, en la frontera con Guatemala, miles de migrantes llevan meses esperando los papeles de entrada.